El nuevo orden laboral en México reconoce explícitamente que la dignidad, la seguridad y el bienestar de los trabajadores no son conceptos opuestos a la rentabilidad empresarial, sino prerrequisitos para ella. Una serie de Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) y protocolos legales han codificado este principio, transformando la gestión del capital humano y estableciendo un nuevo estándar para lo que se considera un entorno de trabajo aceptable.
Más Allá del Salario: La NOM-035 y la Prevención de Riesgos Psicosociales
La Norma Oficial Mexicana NOM-035-STPS-2018, cuya implementación se completó en 2020, representa un cambio de paradigma en la concepción de la salud ocupacional en México. Esta normativa obliga a todos los centros de trabajo, sin importar su tamaño, a identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial. Estos factores incluyen condiciones que pueden provocar trastornos de ansiedad, estrés grave y síndrome de agotamiento (burnout), tales como cargas de trabajo excesivas, falta de control sobre las tareas, jornadas laborales extenuantes, liderazgo negativo y violencia laboral.
Las estadísticas previas a la norma eran alarmantes, con estudios indicando que hasta el 75% de los trabajadores en México padecían estrés laboral, una de las tasas más altas del mundo. El impacto económico de esta situación es considerable, manifestándose en ausentismo, alta rotación de personal y una disminución general de la productividad. La NOM-035 obliga a las empresas a ir más allá de la simple prevención de accidentes físicos y a gestionar activamente la salud mental de su personal. Deben aplicar cuestionarios para diagnosticar los riesgos, establecer políticas de prevención por escrito, y crear mecanismos para que los empleados puedan denunciar prácticas nocivas de manera confidencial.
Para las empresas, esto implica un cambio fundamental: la salud mental de los empleados se convierte en un indicador clave de desempeño (KPI) organizacional. Casos de éxito demuestran que las organizaciones que han implementado seriamente la NOM-035 no solo cumplen con la ley y evitan multas , sino que obtienen beneficios tangibles. Empresas como Grupo Bimbo y Axtel han reportado reducciones significativas en la rotación de personal y el ausentismo, así como aumentos en la satisfacción laboral y la productividad, tras adoptar programas de bienestar alineados con la norma. La NOM-035, por tanto, establece un vínculo directo entre la inversión en un entorno organizacional favorable y la mejora de los resultados del negocio.
Tolerancia Cero: Protocolos de Igualdad y contra la Violencia
El marco legal mexicano ha fortalecido de manera contundente la protección de los trabajadores contra la discriminación y la violencia. La reforma laboral de 2019 introdujo la obligación explícita para todos los patrones de implementar, en acuerdo con los trabajadores, un protocolo para prevenir la discriminación por razones de género y atender casos de violencia y acoso u hostigamiento sexual. Este mandato legal se complementa con la ratificación por parte de México del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el primer tratado internacional que reconoce el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso.
Para guiar a las empresas en este esfuerzo, existe la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación. Aunque su adopción es voluntaria, esta norma proporciona un mecanismo de certificación para los centros de trabajo que demuestran tener prácticas sobresalientes en materia de igualdad de oportunidades y no discriminación. La certificación evalúa aspectos como la existencia de procesos de reclutamiento y ascenso libres de sesgos, la igualdad salarial para trabajo de igual valor, la implementación de licencias de paternidad, y la existencia de mecanismos efectivos para prevenir y sancionar el acoso.
Para las empresas, adoptar estas políticas de tolerancia cero y buscar certificaciones como la NMX-R-025 se ha convertido en una ventaja competitiva. En un mercado laboral donde el talento es cada vez más selectivo, una cultura organizacional segura, inclusiva y respetuosa es un factor clave para atraer y retener a los mejores profesionales, especialmente de las nuevas generaciones. Además, previene riesgos legales y reputacionales que pueden ser devastadores para una marca. La equidad y la seguridad, por lo tanto, dejan de ser un asunto exclusivo de responsabilidad social para convertirse en un componente esencial de la estrategia de negocio y la gestión de capital humano.
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